Escritor: RICTUSS BARTOCCETTI

 


¡Buenísimos días navideños, Bookies!

Otro día más en el universo de las entrevistas y la diversión.

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Dejando eso a un lado, bla, bla, bla… Vamos a lo verdaderamente interesante.

Hoy entrevistamos a: RICTUSS BARTOCCETTI

Nos cuenta que actualmente vive en Tijuana, Baja California, México; aunque no siempre fue así. ¡Vamos a conocerlo más!

 

Nombre completo: René Alejandro García García

Fecha de nacimiento: 1985

Lugar de nacimiento: Pelín, Guatemala (Escuintla)

 

-        ¡Buenos días, Rictuss! ¿Cómo te encuentras este día tan navideño?

 

Hola. Bastante bien. Te agradezco la invitación.

 

-        ¡No hay de qué! Nos gusta mucho saber. Somos muy cotillas en Bookeando con Desirée. Es un honor tenerte por aquí. Como somos tan cotillas, nos gustaría saber muchas más cosas de ti como, por ejemplo: tus aficiones, tu profesión…

 

Tengo un profesorado en música por la Universidad de San Carlos de Guatemala (U. S. A. C.) y, por lo evidente, me gusta la música, el sonido tanto natural como artificial. Soy un fanático de la música bien hecha sin importar el género, aunque tengo mis favoritos, claro; me quedé estancado en la década de los sesenta y setenta musicalmente hablando, pues no las viví. Me gusta tocar la guitarra y crear música folk, a pesar de que últimamente he descuidado esta afición por priorizar la escritura y la creación de podcast de relatos de algunos compañeros escritores, así como también propios.

 

-        Veo que priorizas el tiempo y lo inviertes muy bien. Haces muchas cosas en tu vida. Eso dice mucho de ti. ¿Qué me dices de tus proyectos presentes, pasados y futuros?

 

Pienso que un libro es un trabajo enorme, pues conlleva la responsabilidad de hacerlo con dedicación y esmero; no algo escrito, revisado y maquetado de forma, digamos, irresponsable. Soy un lector exigente y, por lo mismo, trato de entregarle a mis lectores algo que a mí me gustaría leer, por esta razón no he sacado ningún libro completo.

He participado en antologías o escrito la introducción para los libros de dos colegas; puedo mencionar la antología “Fóbica, el precio del miedo”, antología presentada en formato físico y digital en Guadalajara, México ; una participación en una antología de cuentos de terror para niños con el nombre de “Cuentos navideños para niñostraviesos” en formato digital distribuida en internet por “38 Minutos ediciones” ; así como también un cuento individual llamado “Atemporal” siempre bajo el sello de “38 Minutos ediciones”  ; también escribí dos guiones de radioteatro para el podcast “El baúl de las leyendas”; el primero titulado “El Sombrerón” y el segundo, “La Tisigua” .

Actualmente trabajo en un proyecto de podcast bajo el nombre de “Radioteatro RictussBartoccetti” en Spotify  y estoy en proceso de escribir un libro de leyendas de Guatemala basadas en piezas de marimba llamado “Paabanc, leyendas de la nueva Guatemala”.

 

-        Muy fiel siempre a tu país. ¡Me encanta! Tengo curiosidad porque nos cuenten cómo te decidiste por la escritura con todas las cosas que sabes hacer. ¿Por qué escribir?

 

Cuando tenía aproximadamente siete años sentí fascinación por la música, ¿cómo era posible que algo “existiera” de la nada? Me parecía, literalmente, como un castillo construido en el aire. Le pregunté a papá cómo sucedía eso, la creación de una melodía, y no supo darme una respuesta, pero sí me dijo algo (quizá sin saberlo) que despertó mi curiosidad y creatividad: no sé, pero puedes crear tu propia canción. Hasta ese momento nunca había pensado en que yo pudiera ser un creador como los que hacían música. Escribí una canción sin ningún conocimiento y me sentí orgulloso; luego olvidé el asunto. Después, quise explorar la creación a través del dibujo, quería ser caricaturista, pero más adelante cambié esa afición por la música. Comencé a tocar la flauta, pero no sentía que pudiera desarrollar bien mi creatividad; entonces, aprendí a tocar la guitarra, en la cual alcancé un nivel, digamos, bueno. Aun así había algo que no cuadraba; y es que tanto en el dibujo, en la flauta y en la guitarra era bueno copiando, solamente, no creando algo propio. Ese pensamiento no me dejaba tranquilo.

La escritura llegó más tarde; a través de ella pude desarrollar mi aspecto creativo como en ninguna de las artes practicadas anteriormente, sintiéndome plenamente satisfecho.

    Responder por qué escribo es difícil. Muchos dicen que escriben porque, de lo contrario, no podrían deshacerse de esas ideas... ¡Mentira! Yo, por lo menos, bien podría pasar la vida sin tener que escribir.

Es la escritura un proceso difícil donde sufro, donde veo, como dijera el maestro Dostoievski: “ Las ideas plasmadas en el papel son mucho más estúpidas que las ideas las cuales les dieron origen en mi cabeza”.

 Es más, muchas veces tengo que obligarme a escribir. Ciertamente, no lo hago por el placer de escribir; creo que lo hago más bien por el placer del resultado. Responder el por qué escribo no podría; ni yo mismo lo sé.

 

-        La verdad es que yo no lo veo así. No podría vivir sin la escritura a estas alturas, y los días que no puedo escribir, paso mono -vulgarmente hablando-, como si estuviera enganchada. Soy de las que piensan que si tienes que obligarte a escribir es mejor que no escribas, porque no saldrá el mismo material de ahí que si lo escribes cuando realmente te apetece. Otros dicen que debes hacerlo cada día para crear un hábito. Es cierto que se debe practicar, cuanto más mejor, pero si un día no te apetece, déjalo para otro. El día que te apetezca, no escribirás solo mil palabras, puede que escribas hasta diez mil. Por lo menos, así me funciona a mí. Bueno, cuestión de opiniones. ¿Qué es lo que te inspira para escribir?

 

Cuando tengo que escribir, escribo; así de simple.

Depende del reto, me inspiro en cualquier cosa. Sólo dame un tema, un estilo o un reto y yo escribiré. Por eso mismo no comparto la idea de aquellos que escriben sólo cuando están “inspirados” o cuando “las “musas” los visitan. Yo escribo bajo una consigna, bajo presión, como un trabajo; por eso digo que muchas veces no disfruto del proceso, pero sí del resultado y eso me inspira a seguir escribiendo.

Considero la escritura como una profesión: imagina a un arquitecto que no entrega a tiempo un proyecto porque “no está inspirado” o a un músico que no entrega su trabajo a tiempo por la misma razón, ¿imaginas eso? ¡No! Queremos nuestro trabajo en tiempo y forma, es lo mismo con la escritura, si quieres tomártelo en serio; debes de entregar tu trabajo a tiempo sin importar si estás o no inspirado, cualquier cosa puede ser fuente de inspiración cuando prestas atención. 

 

-        Es increíble como funciona nuestra mente y de qué maneras tan diferentes. Es lo que nos hace ser únicos. Como bien dices, estoy de acuerdo con tu última frase: todo puede ser inspiración si prestas atención. Aunque no me podrás negar que no es lo mismo el resultado que sale de un trabajo bajo presión que el que sale cuando nace del corazón… El trabajo estará entregado a tiempo, sí, pero, ¿qué calidad tendrá el trabajo? Es como el que hace un edificio en unos meses y el que lo hace en años. Calidad frente a Cantidad. La eterna lucha de poder. Volviendo al tema, ¿qué momento del día prefieres para escribir?

 

En donde te atrape la idea, anótala; si no lo haces en ese momento, escapará para siempre. Lleva contigo un boli y un papel para anotarla. Yo escribo en cualquier situación. Muchas veces en la calle rodeado de gente, cuando la escritura te llama, debes responder, porque si no se va y nunca más vuelve esa idea.

 

-        Mira, ahí sí que estamos completamente de acuerdo. Yo suelo anotarlo en notas del móvil, porque muchas veces no tengo papel a mano y no quiero apuntar algo en un sitio y luego otra idea en otro. Luego no las encuentro. Una vez lo apunto en notas, lo mando a mi correo para no perderlas, por siaca se me rompe el móvil o lo pierdo. Las ideas son valiosísimas, no se pueden perder. El móvil sí (aunque haya valido mil euros y nos joribie el mes). ¿Eres un escritor de brújula o de mapa?

 

Cincuenta y cincuenta. Planeo la idea, los personajes, incluso el título, pero muchas veces he querido escribir algo y los personajes se niegan a hacerlo; hacen otra cosa y me sorprendo. Es verdad, no miento. Hay personajes que toman sus propias decisiones.

 

-        ¡Totalmente cierto! Y no unos pocos, si no todos. Todos los personajes hacen lo que quieren con nosotros. ¡Qué canallas! ¿Cómo fueron tus principios creando personajes canallas?

 

¡Uf! Tema espinoso. Comencé, quizá como muchos, escribiendo poesía, inspirado por Gustavo Adolfo Bécquer. Era este un ejercicio de memoria: componía versos en mi mente mientras iba por la calle, los memorizado y lo anotaba al llegar a casa. Después, surgió en mí la idea de dejar un legado sobre la historia de mi vida para la posteridad; comencé entonces un diario. Esta etapa tardó poco, quizá de los quince años hasta los diecisiete. No escribí más hasta los diecinueve, cuando quise sintetizar mis conocimientos y pensamiento como una guía para un posible y futuro hijo. Escribí algunas cuartillas; y dejé de escribir.

  El momento en que descubrí la narrativa fue más bien un desahogo. Contaba yo con veinticuatro años. Atravesaba por una ruptura amorosa y, en un intento de hacerme a la idea de finalizar dicha relación, un día me senté y escribí con rabia, de un solo tirón y con algo de angustia, sin apenas pensarlo. No definí ningún estilo; no pensé si sería algo de terror, fantasía, narrativa… Nada. He de confesar la marcada influencia de Poe en ese relato. Era, más que un cuento, un ladrillo compacto con apenas unos cuantos puntos y muy pocas comas; pues a pesar de ser un lector asiduo desde los cinco años, cuando mi hermano me enseñó a leer, a la edad de veinticuatro años, no sabía escribir; de hecho tenía muchas faltas ortográficas. Escribí directamente en un teléfono celular, en una Blackberry, que estaban de moda en esa época. Analizándolo en retrospectiva, era aquel un relato en donde mataba, de forma metafórica, ese amor para poder superarlo. Dejo por acá el relato por si gustan leerlo. El texto quedó olvidado en mi cuenta de correo electrónico hasta unos años después, cuando buscaba algo para leer en Facebook y me topé con un grupo-taller para escritores. Fue ahí donde recibí mis primeras críticas; consejos para escribir mejor, me ayudaron a pulir mis textos… En pocas palabras, fue ahí donde aprendí a escribir.

 

-        Hay momentos y situaciones difíciles para nosotros, pero son esos momentos los que te hacen ver que vales para eso. En mi caso, me pasó algo parecido que no contaré aquí porque ahora el prota eres tú. ¡Sigamos! Rictuss Bartoccetti entendemos que es tu seudónimo, ¿no? ¿Por qué usas un seudónimo?

 

Cuando contaba con quince años me gustaba salir al patio de mi casa por las noches. Ponía una silla, me colocaba los audífonos conectados a los “Walkman”, sintonizaba mi programa de radio favorito y miraba a las estrellas soñando. El programa llevaba por título “Siglo treinta”. Era un programa de curiosidades, vida extraterrestre, las pirámides egipcias, apariciones fantasmagórica, etcétera...; fue ahí donde escuché aquella palabra por primera vez y que se convertiría en mi pseudónimo: rictus. Esta palabra me gustó desde el principio, pues sonaba a una palabra en latín, como si dijera “rito” y su significado era no menos grotesco, tétrico. Luego lo complementé con el apellido de uno de mis músicos favoritos, Antonius Bartoccetti, o más conocido como Antonius Rex, de la banda italiana de rock progresivo “Jacula”. Aunque anteriormente había usado algunos otros pseudónimos, me decanté al final por Rictuss Bartoccetti.  El porqué del pseudónimo: el nombre debe de impactar, ser como una marca personal, es como ponerle título a un libro, a un relato; esto puede hacer que te lean o no. Un título original llamará la atención.

 

-        En eso estoy de acuerdo. El nombre debe impactarnos, antes que nadie, a nosotros mismos. Debe hacernos sentir importantes. Hacernos sentir escritores. ¿Qué género sueles escribir?

 

Escribo cualquier género y tema, dependiendo del momento o la consigna para escribir. Soy fiel creyente de que “en la variedad está el gusto”; lo definible llega a cansar hasta cierto punto, como todo. Aburre mucho escribir siempre de lo mismo por más que guste, en ese sentido prefiero ser indefinible como el agua; a veces ni siquiera adopto un estilo para abordar todos los textos, sino a cada cual le doy una voz propia dependiendo de la temática del mismo.

 

-        Eso está muy bien. Es profesional. No todas las historias requieren del mismo patrón de escritura. Cuéntanos qué estrategias has usado para promocionar tus escritos.

 

Aún no tengo libros míos formales para promocionar, pero afirmo que las artes se pueden entrelazar y agrupar para crear una simbiosis más rica, apoyarse unas con otras; es por esta razón que me gusta integrar la música a lo escrito y, si se pudiera, la ilustración también. De hecho, muchos de mis relatos se han inspirado en temas musicales, quizá debido a mi afición por escuchar música mientras escribo. Por lo mismo me encuentro recién creando un podcast donde estaré trabajando, junto a algunos amigos, los relatos de algunos colegas escritores contemporáneos, y abordaremos también temas curiosos, biografías, radioteatro, y más.

 

-        ¡Suena interesante! Ya nos invitarás a oírte. Por el momento, cuenta, ¿editorial o auto-publicar?

 

La meta para todos los escritores es editorial, claro. Es como un premio a tu excelencia, un reconocimiento por parte de los eruditos. Auto-publicar es el equivalente a que te dejen jugar por ser el dueño de la pelota, no porque juegues bien. Pero tampoco satanizo la auto-publicación siempre y cuando se haga con respeto al público ya que, debido a tantos libros mal editados, mal escritos, descuidados, se ha dañado la reputación de la autoedición.

 

-        Sí… Ya no es lo mismo que hace unos años. Entonces, ¿el proceso de maquetación, edición y demás lo realizas tú solo?

 

Hasta el momento lo hago todo yo, sí, pero lo doy a leer a algunos compañeros para que me señalen cosas que se me pasen por alto. Si tuviera que hacer algo más formal, sí contrataría a alguien que hiciera el trabajo de forma profesional.  Personalmente, no conozco a alguien, pero, por lo que he visto en redes, considero a “Letra minúscula” como una buena opción. 

 

-        Sí, ya los conozco yo. Te lo dice una suscriptora de su newsletter. Como editores, no sé cómo serán, pero sí parece buena opción apostar por ellos como profesionales. Bueno, bueno, ¿alguna manía oculta como escritor?

 

Manía o ritual para escribir no tengo. Cuando trato de ponerme formal, sentarme ante un escritorio, prender el ordenador y escribir, no me sale nada. Debo de estar cómodo para escribir. Regularmente lo hago en la cama, en el transporte público o, como dije anteriormente, donde me agarre la idea, razón por la cual casi siempre escribo en el teléfono celular.

 

-        Sip, lo del móvil yo también lo hago. Odio perder ideas. Y mira que me pasa mucho, ¿eh? Sobre todo, cuando estoy ahí medio dormida ya en la cama y me asalta una idea que me hace abrir los ojos de golpe. Entonces, me pienso muy mucho si salir de la cama. Si vuelvo a quedarme dormida, al día siguiente me maldigo a mí misma por no levantarme… Cosas de la vida. ¿Soy la única loca? ¿Sí? Ok. ¿Cómo serías si fueras tu personaje favorito del mundo entero? No vale elegir a Shin Chan (culito, culito).

 

Definitivamente, sería una mezcla entre Raskolnikov o el personaje de “Memorias del subsuelo”, y Charles Bukowski.

 

-        Interesante… Ni idea. Soy una inculta, perdonen ustedes. Seguro que son maravillosos. Rápido, elige bien: ¿E-book o papel?

 

Ambos tienen pros y contras. No podemos negar la importancia que ha tomado el e-book últimamente, pero, como escuchaba hace poco en el podcast de Penguin Random House “realmente, en el ámbito electrónico, no somos dueños de nada, pues en cualquier momento podemos perderlo todo”. No hay nada como un libro en físico, pero quien no ha llevado una vida nómada como yo y ha tenido que cargar sus libros “en físico”, nunca sabrá, literalmente, cuál es el “peso del saber”. El nuevo proyecto de leyendas que estoy preparando, tengo pensado lanzarlo en formato digital; llevará enlaces a las melodías en las cuales se inspiró el relato y también pienso numerar las copias, así como adjuntar una foto de dedicatoria personalizada para quienes así lo soliciten. 

 

-        ¡Uff, sí! ¡Y tanto que pesa! ¡Dímelo a mí que acabo de mudarme! ¡Otra vez! Tengo a mi marido frito con las cajas de libros y libros… Lo siento, cari. El peso del saber, como dice Rictuss. Ajo y agua, vamos. Y el plus para el salón. En fin… ¿Escritores favoritos, Rictuss?

 

Becquer, Poe, Dostoievski, Bukowski, Rimbaud, Anatole France, John Milton, William Blake; y más contemporáneos: Michael Moorcock, Dean Koontz, Jeff Lindsay y un sinfín de etcéteras…

 

-        ¡Madre! ¡Todos los grandes! Apuntas alto, ¿eh? Y que me dices de tus libros favoritos.

 

“Memorias del subsuelo”, “El jugador”, “Crimen y castigo” de Dostoievski; “El misántropo” de Moliere; “Dexter” de Jeff Lindsay; “El lugar maldito” de Dean Koontz.

 

-        Ehm… La inculta (osea yo) no conoce ni uno. Solo me suena crimen y castigo y… me suena, vaya que he oído hablar de él, pero no he tenido el inmenso placer de leerlo. Aún. ¿Cuánto tiempo dedicas a leer y escribir y cuánto a documentarte?

 

La documentación previa forma casi el ochenta por ciento del proceso de escritura. Para leer uso los huecos en mi rutina diaria, cinco, diez minutos, los que se puedan rescatar. A escribir, la verdad, le dedico poco. Siento la necesidad de empezar y terminar el relato en el mismo día, si no, se me dificulta. Quizá por eso escribo relatos cortos.

 

-        Yo creo que la documentación depende un poco del tipo de escritura que vayas a realizar. No es lo mismo escribir sobre historia que sobre romance. Ya estamos terminando. ¿Qué debe tener un libro para que llame tu atención?

 

Un inicio impactante, tenso. Buen manejo del lenguaje y las palabras. Que te muestre a los personajes como seres reales con una vida, creíbles.

 

-        ¡Muy de acuerdo! Eso sí te atrapa. Y, como punto final, ¿un consejo para los escritores novatos?

 

A escribir se aprende escribiendo. La práctica hace al maestro, pero, sobre todo, no teman reescribir, no siempre la primera versión es la mejor; reescriban hasta que la idea del papel se ajuste lo más posible a la idea en su cabeza. Pero, sobre todo, lean todo cuanto puedan.

 

 

Pues ya habéis oído: a leer se ha dicho.

Y tiene toda la razón.

Dejo por aquí sus redes sociales para que podáis seguir a Rictuss. Muchas gracias por participar. Ha sido un placer obtener otro punto de vista tan distinto al mío. Lo he pasado bien escribiéndola. ¡Gracias!

Facebook

 

Y vosotros, Bookies, no os vayáis… Ya sabéis lo que viene. Más entrevistas diver como esta, en breve.

Hasta entonces, ¡Ho, ho, ho! ¡Feliz navidad y feliz lectura y escritura!

 

 

 © 2023 Siree Kemerler. Todos los derechos reservados

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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