Frases reflexivas: Confucio
NO IMPORTA
CUÁNTO CAMINES, MIENTRAS CAMINES
CONFUCIO
Confucio,
o como fue llamado por nacimiento: Kong Qiu, nació en el año 551 a.C en Zou,
Shandong, y falleció en el año 479 a.C. Fue un gran filósofo chino procedente
de una familia noble arruinada.
A lo
largo de su vida trabajó de carpintero, maestro y como funcionario del estado,
entre otros.
El
padre de Confucio, comandante de Lu, murió cuando éste tenía apenas tres años
por lo que fue criado por su madre en la pobreza, quien falleció antes de los
cuarenta años.
Confucio,
como marcaba la tradición, estuvo de luto durante tres años por la muerte de su
madre, y trabajó como criador de ovejas y caballos para pagar el entierro.
Tras
asentarse el Imperio Chino su filosofía fue suprimida en favor del legalismo y
más tarde, fue abandonada tras la caída de la dinastía Qin y el ascenso de la
dinastía Han.
La
filosofía fue oficializada por el Emperador Wu y fue el pensamiento más popular
durante los siguientes dos mil años.
Confucio
es considerado uno de los mejores pensadores de la historia debido al gran
impacto de sus palabras en China y, después, en el mundo entero.
Sus enseñanzas
se centraban en la bondad, la tradición, el respeto a sus mayores y antepasados,
la meditación, la caridad y la justicia.
Confucio
creía que había que comenzar a dar ejemplo uno primero para después implementarlo
en el resto de la sociedad. Según él, sus enseñanzas eran imprescindibles para
las relaciones entre: gobernador y ministro; padre e hijo; marido y mujer;
hermano mayor y menor; y entre esclavos y dueño. El superior tiene la
obligación de protección y el inferior la del respeto y lealtad.
En mi opinión, tiene razón. Si queremos crear una sociedad que realmente sirva para algo, antes debemos dar ejemplo nosotros mismos. ¿No te parece?
Nos vemos a la vuelta de la hoja.
Hasta entonces, ¡feliz lectura y escritura!
Fuente: Wikipedia
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