Escritor: Marcelo Forte
¡Buenos
y estupendísimos días, Bookies!
¿Cómo
os va la vida después de las súper navidades? Espero que todo bien, por lo
menos mejor que las mías, porque han sido moviditas.
Recordad
que podéis comentar y compartir las entrevistas en todas vuestras redes
sociales. Que eso nos ayuda muchísimo. ¡Gracias de antemano!
El
escritor que nos acompaña hoy sin duda es singular como poco. Él es: Marcelo
Forte.
Nombre
completo: Marcelo Forte
Fecha
de nacimiento: 1984
Lugar
de nacimiento: Buenos Aires, Argentina
–
Buenos
días, Marcelo. ¿Cómo te encuentras hoy?
Relativo
al tema que nos ocupa: más curtido. A un año y meses de haber auto-publicado llegué a la
conclusión de que el primer promotor (e insistente) de la obra tiene que ser
uno mismo... Sí, se puede pagar publicidad en redes, pero en el fondo el que te
sigue muchas veces lo hace por inercia y no te representa un público que
aporte, ni en compras ni en interacciones.
–
Wow,
entraste fuerte al tema. Yo me refería a ti, pero está bien. Cuéntanos un
poquito más sobre ti.
Lo
mío siempre fueron las leyendas, los mitos urbanos y toda la psicología por
detrás.
Mitologías y el folklore; y si está aplicado a las brujas, el satanismo, el
vampirismo
y la licantropía ni te cuento. Por fuera de eso, la historia del mundo; lo
que
sea en ese departamento.
Ahora,
el trabajo de mi faceta “votante” es el de Diseñador Gráfico. Supongo que
(como
mucha gente), a la larga gané mucha experiencia, pero junto a ella un
desencanto.
Al menos en esta faceta me sirvió para darle una identidad visual a mi
libro,
y me ayudó en la búsqueda de inspiración gráfica. Supongo que uno piensa un
poco
como en lo que trabaja; para mí una buena imagen es como alimento a la hora
de
cerrar mejor una idea o el concepto de una historia.
Según ganaba en experiencia fui tomando otras notas, y una
recomendación personal es que no te dejes atrapar en el canto de sirena de las
agencias de promoción (tuve experiencias con un par), porque lo que te venden
es espejitos de colores: muchas veces los likes y las interacciones no son de
clientes reales, son de las mismas de la agencia (usando otras cuentas) o con
bots. Lo mismo para el mundo de las bookstagrammers: aunque algunas hicieron
muy buenas reseñas, por lo general son nenas atrapadas en una moda que agarran
la tapa más linda para presumirla... esa es la profundidad que le van a dedicar
a tu obra.
–
Muchas gracias por
compartirnos tu experiencia más personal con respecto al tema. Eso nos ayuda
mucho a todos. ¿Cuáles fueron tus proyectos pasados, presentes y futuros?
1.
Proyecto
ideal: tuve un (largo) período donde me entretenía desarrollando la
mitología
y la historia de un mundo fantástico. Por el tamaño, prometía una saga
con
eso… el problema es que hice un mundo tan complejo que la propia idea de
hacer
una historia ahí (y laaaarga) me resultó abrumadora. Está muy lindo hacer un
mapa
y trazarles un contexto a las cosas, pero se corre el riesgo de tener una
excusa
para
procrastinar desarrollando datos que quizás nunca saques a colación después.
2.
Para
enfrentarme a eso, decidí hacer algo “simple”. Así salió mi primer libro: EL
BARRIO
DE LA SERPIENTE. De tan “simple”, terminó saliéndome casi de 600
carillas
y me llevó unos cuantos años. Reconozco que tampoco fueron de trabajo
continuo,
sino más bien una saga de altibajos, reescrituras y modificaciones. De
nuevo,
procastinación, pero aplicada al texto real, no a una mitología.
3.
Mientras estaba con las correcciones y la
búsqueda de un editor (o uno que me
auto-publicara)
se me ocurrió que podía llevar a novela un cuento que prometía
mucho:
EL CANTO DEL VIENTO. Comenzó como una historia aislada, un cuento
para
una persona que me importa mucho y que decidí englobar en el universo que
había
creado en el punto 1 (aunque fuera para regresar un poquito a él).
Lo
comencé, pero por el camino me llegó mi primera Prueba de Galera de EL BARRIO
DE
LA SERPIENTE. Al releerlo, se me ocurrieron ideas para una “Parte 2”. Al
pobre
CANTO DEL VIENTO lo mandé al freezer.
4.
Justo ahora estoy con la segunda parte de EL
BARRIO DE LA SERPIENTE:
LIBRE.
El mismo ambiente urbano, con algunos personajes recurrentes del libro
anterior,
pero en otra historia.
–
Bueno,
veo que tienes mucho lío. Solo relájate y disfruta. Si no disfrutas escribiendo
el libro no merecerá la pena, créeme. ¿Qué es lo que te decidió por la
escritura?
Aquí
tienen a un introvertido sin muchos amigos que creció viendo FURIA DE
TITANTES,
CONAN, EXCALIBUR, las HÉRCULES DE LOU FERRIGNO, las
de
John Carpenter, KRULL, HISTORIA SIN FIN... y la lista es enorme.
De
repente tuve la necesidad de crear y contar esa historia de ideas que se
amontonaban en mí para que no se pierdan ni se pudran; que germinaran en un
árbol enorme, porque hay algo de una pena muy fuerte cuando las cosas no
tomaron su forma ni salieron al mundo. Como fantasmas que te molestan y te
piden escapar de tu cabeza, más definidas.
Ya
crecido, dejé (algo) de lado eso. Empecé a “explicar” el mundo que me rodeaba
y
la ciudad en que vivo. Sería hermoso que la magia perteneciera también a este
mundo.
Que en las cloacas vivieran sirenas y que, a algunos colectivos, los
condujeran
por la noche las parcas yendo a buscar a sus muertos. Que el vagabundo
del
barrio (aquí hace unos años era como una institución) tuviese en realidad más
de
doscientos
años y se los hubiese pasado escapando de su mujer, una bruja…; que el
subterráneo con sus vagones fuera otra de las formas del inframundo, en una
ciudad
donde
hay mil infiernos diferentes, solo para el que sepa mirarlos.
–
¡Madre
mía! A eso lo llamo yo imaginación. Di que sí. ¿Qué te inspira para escribir?
Me
resisto a pensar que esto es todo lo que hay, que la explicación es una. Si
estás
atento
vas a ver que hay horas que parecen mágicas, y calles ideales que esperan
que
las descubra en alguno de tus paseos. Las leyendas que se reinventan, porque no
son
un tema del pasado por más que intentaron siempre reducirlas a eso. Buscarles
explicaciones
mágicas a las cosas, jugar con eso, meterlo en el lugar donde vivo. La
lucha
por llegar siempre a algún lado y la idea de que hay un destino, pero solo si
nos
ayuda. Si no nos ayuda, culpamos a la casualidad.
Por
fuera de eso, una necesidad de “corregir” al mundo. Suavizarlo, darle alguna
fantasía,
desquitarme con ex patrones, ex novias, ex amigos, vecinos. Hacerle
justicia
a la gente que quisiste, o no quisiste lo suficiente. A un desconocido que una
vez
te hizo un favor, o que viste por la calle y te conmovió, aunque después no
hiciste
nada. Hay mucho para arreglar, y no descartemos nuestra propia historia a la
hora
de contar algo. Todo es material de escritura, todo es experiencia.
También
me inspira pensar que también hay gente que piensa igual. Dónde estarán,
si
llegarán a leer esto, si en base a esto van a descubrir que tienen un montón de
cosas
también para contar.
–
Muy,
estupendísima buena reflexión. Se nota que tienes una manera muy peculiar y
diferente de ver las cosas y de ver la vida, y eso es lo que más llama la
atención. Sobre todo, a la hora de escribir. Me apuesto lo que quieras a que
eres un escritor al que no todos estamos acostumbrados a leer. Como dicen por
ahí, tienes el duende. Tienes arte en tus venas. ¡Aprovéchalo! ¿Qué momento del
día prefieres para escribir?
Idealmente
a la mañana, cuando todavía estoy fresco y no empecé a trabajar; pero la
verdad
es que siempre “escribo”. Es la punta de un iceberg, y que no le ponga en el
Word
una forma más o menos concreta no hace que esté todo el tiempo pensando y
repensando
las vueltas de la trama, las situaciones o sus frases. La escritura es
solamente
la culminación de una etapa. A esta la que le van a seguir correcciones,
reescrituras
y eliminaciones, pero es como un conflicto que primero necesito aclarar
(aunque
sea a un nivel básico) en mi cabeza.
–
Eso
está muy bien. Y, ¿te consideras más un escritor de brújula o de mapa?
Un
poco de los dos.
Mi
50/50 consiste en alternar la brújula con el mapa. Sé cómo empieza, sigue y
termina,
pero en rasgos generales: que el tipo al final de la historia (que no cambia)
esté
feliz o triste por algo que improvisé por el camino, eso es algo que tengo que
descubrir.
Mientras hay cosas invariables, hay otras muy negociables y no me
quiero
enjaular en la seguridad de un esquema demasiado rígido que le quite placer
a
la cosa. Ya lo intenté y le quita la posibilidad de jugar con algo que se me
ocurrió
en
el momento que podría darles un nuevo significado a las cosas.
–
Bueno, eso está bien. Tienes la opción de añadir cosas nuevas y llevar la
historia por otro lado. ¿Cómo fueron tus principios en la escritura y tus primeras
publicaciones?
Siempre
fui de inventar historias. Según el momento de mi vida, pensaba en mangas
con
sus personajes, tramas y temporadas (hasta en los OVA pensaba), en sagas
épicas
medievales, en poesía de tintes goticones para impresionar novias del
ambiente.
Mis inicios “públicos” fueron en un foro de temáticas darkies… tres
publicaciones
y ya era moderador. No es que me pensara necesariamente “bueno”,
fue
que lo escribí, a alguien le gustó mucho y me lo recompensó de alguna forma.
No
se trataba de la aprobación; fue algo más del tipo “viste que podías hacerlo, y
puedes
hacer mucho más que esto”.
–
¡Ole
tú! Así es. Mola ese momento en el que te das cuenta que realmente sirves para
ello. Es un momento único. ¿Utilizas o has utilizado seudónimo alguna vez?
Hay
seudónimo. NICOLÁS DUX. El primero porque es mi segundo nombre, y no
lo
uso nunca ¿cómo abandonarlo? El segundo, por un apodo de toda la vida.
NO
ME IMPORTA darle lustre a mi nombre real… lo que me importa es
separar
esta faceta que sueña, crea y escribe sus propios mundos de la faceta que
vota,
paga impuestos, tiene que ser hijo, hermano, cuñado o empleado porque hay
un
papel y una imposición social identificada en un número de documento.
–
Totalmente.
En mi caso eso es exactamente lo que pasa. Me gusta la idea de separar lo
profesional de lo personal. Lo que pasa que la gente que me conoce desde que me
puse en serio a escribir ya me conoce como Siree y no con mi verdadero nombre. ¿Qué
género sueles escribir?
Fantasía,
ante todo: en todos mis proyectos la hay. Aunque en los ratos libres pienso
en
mundos inexistentes, mi mayor campo está en un realismo mágico urbano; cosas
que
te puedes cruzar doblando la esquina. Situaciones y entidades que existen, que
no
ves, pero que podrías vivir algún día. Anécdotas para contar de noche, ya sea
para
darte calor como para darte frío. No quiero pensar que este mundo es solo lo
que
enseñaron en el colegio, hay que soñar con las herramientas que nos dieron y conocemos…
creer que, hasta en las bocas de tormenta por la calle, hay algún tipo
de
magia, no solo cemento y agua sucia.
–
Cierto.
Yo también trato de meter algo de fantasía en todos mis escritos. Al final, la
realidad ya la conocemos. Lo que mola es escribir sobre cosas que nadie más que
tu conoces y hacer que los lectores piensen que la historia es otra realidad
paralela. ¿Qué estrategias utilizas para promocionar tus obras?
Novel.
Proyectos grandes, pero atados a un trabajo bastante demandante. Como
resultado
mi propia acción estuvo bastante acotada…
BOOKSTAGRAMMERS.
Sí, repartí ejemplares a cada bookstagrammer que se me
cruzó
y pidió uno; pero el asunto es que: (a) mi libro es extenso, lo hacen sobre
todo
para
alimentar sus perfiles y no cobran por eso, (b) con ese tiempo pueden leerse un
par
de libros y (c) la temática no está tan de moda por los ambientes donde se
mueven,
por lo que posiblemente se vayan por la novela romántica o la saga épica
porque
es lo que buscan sus seguidores.
RADIOS.
Repartí otro par de ejemplares a radios, porque me crucé a los
conductores
de algunos programas en eventos varios. Me llevé las reviews más
amorosas
del mundo, por lo que se me ocurre que era más por ese lado que por el
del
bookstagrammer. Siento que, si a alguien le tocó lo que escribí, hice mi
trabajo.
Igual,
eso no influyó tanto en lo que vendí.
INSTAGRAM.
Tengo uno bastante variado, siguiendo un criterio estético para que
no
sea solamente “fotos de un autor posando con su libro con cara de malo”. No es
solo
publicitar el libro, sino también contar algo de mi experiencia escribiendo y
recomendar
otros libros, porque quiero que sea algo útil, no solo autopromoción
(aunque
todo a la larga lo es). El subidón de seguidores fue por pagar publicidad.
Me
temo que la gente no lee… como mucho te sigue por reflejo si la imagen que
promocionaste
es atractiva. Supongo que puede ser un buen punto de partida, pero
no
puede ser el único.
AGENCIAS
LITERARIAS. A punto de probar con una que ofrece medios, prensa,
lectura
a sus bookstagrammers (que al cobrar se van a dedicar a leerlo), distribución
(aunque
ya está distribuido, sumo puntos de venta) y quizás lo presente como
corresponde,
si se encargan de la organización. Escepticismo optimista, pronto me
voy
a enterar.
–
Veo
que has probado varios métodos de promoción. Muchas gracias por contarnos tu
experiencia. Es una gran ayuda. Dinos, ¿prefieres auto-publicar o publicar con
editorial?
¿Quién
no quisiera compartir su nombre con el logo de una gran editoral en la tapa
de
su libro? Mi borrador lo mandé a treinta editoriales diferentes, a las que
investigué
de antemano para saber las temáticas que manejaban. De esas treinta,
nueve
acusaron recibo. En una me dijeron que el tiempo promedio de revisión era
de
NUEVE MESES. El tema aquí es que una editorial tradicional te ve como un
riesgo.
Si no te conoce nadie (a nivel obras publicadas y el reaseguro de que a tu
libro
lo va a comprar tu base de seguidores), no van a afrontar una pérdida potencial
por
una inversión mal hecha. Mi consejo a los demás noveles es que manden sus borradores
(antes investigando bien a quiénes se los mandan) si quieren aprender
algo
más con la experiencia, pero que no pierdan de vista auto-publicar después de
un
plazo.
De
la auto-publicación, tengo por consejo investigar bien lo que hace esa
editorial:
algunas
solo son talleres de impresión y no quieres que tu casa se convierta en un
depósito
de libros que no sabes dónde ubicar. Busca una que ofrezca distribución
(tampoco
van a llevarse todos) que es lo que te interesa… si te ofrecen difusión en
redes,
desconfía del esfuerzo por ese lado: la plata la tienen asegurada, y va a ser
más
bien anecdótica. La ventaja de la auto-publicación es que, como depende de vos,
a
tu obra no la van a toquetear tanto. Pon eso en la balanza… una editorial
tradicional
puede pedirte revisiones o aplicarte modificaciones, por lo que te queda
conciliar
eso. Ni hablemos del porcentaje de ganancias que te puede dejar ir por ese
lado,
en caso de que pienses que puedes vivir de esto.
–
Es
complicado, sí. Entonces, ¿la corrección y demás lo realizas tú mismo o lo
mandas con algún profesional?
Del
proceso, me encargué de la tapa y toda la gráfica derivada para publicidades y
redes.
Soy diseñador desde hace veinte años, y esa experiencia me ayudó a
encontrarle
una identidad adecuada a la onda narrativa y la temática de mi libro; con
la
ventaja de que además era mi propio cliente… cosa que en mi vida laboral es
muy
infrecuente.
Corrección.
A un profesional. Le tengo fe a mis conocimientos, pero la verdad es
que
en este escenario buscamos algo más que el que nos marquen faltas de
ortografía.
Recomiendo
de cabeza la parte de corrección de estilo y ortográfica… lo que se aprende de
ahí es mucho más que un listado de errores para corregir, y eso es algo que
noto que mucha gente desestima porque lo reduce a eso o se cree que las sabe
todas, pero ni siquiera empezó.
Maquetación.
Se la dejé a la editorial para la edición local. Para la edición de
impresión
por demanda de Amazon, utilicé las plantillas.
–
Muy
de acuerdo contigo. ¿Alguna manía como escritor?
En
mi libro maté, humillé y ridiculicé a cada ex patrón, ex novia o ex colega que
me
cayó
mal. Por lo general cada personaje tiene una base real, aunque no siempre
estuve
así de involucrado como los ejemplos de la oración anterior. Supongo que es
algo
bastante humano, pero lo justifico diciendo que a esas bases ya las conozco, y
puedo
desarrollarlas un montón por eso.
Así
como “manías”, reconozco que, si me obsesiono con algo y a mi perfeccionismo lo
tengo al rojo vivo, sería capaz de reescribir las cosas una y otra vez. Solo el
hartazgo hace que deje tranquilas a las cosas, si no es en el papel, en mi
cabeza.
Procrastino.
Siempre tengo que recluirme en mí mismo para discutirme TODO. Y
eso
retrasa las cosas, pero ¿quién me persigue?
–
Buena
pregunta. Nuestra mente nos persigue muchas veces con nuestros propios
problemas y no nos deja tranquilos escribiendo. ¿Qué personaje serías si fueras
tu favorito?
Quizás
Athanasius Pernath, de “El Golem”.
Pero,
Pernaths aparte, creo que soy tantos personajes. Todos creo que somos como
criaturas
de Frankenstein, armados con los pies de uno, el corazón de otro y el alma
de
ese que está allá…
–
Estoy
de acuerdo con eso. Cada uno de nosotros somos una mezcla de vivencias y recuerdos.
Y eso conforma nuestra personalidad y también, en muchos casos, nuestro físico.
¿Prefieres el E-Book o el papel?
El
papel siempre me atrajo. El libro-objeto, su forma, color, olor, peso... El
lomo en
tu
biblioteca, la tapa para disfrutar o presumir cuando lo llevas por la calle o
lo lees
en
un bar.
Aunque
no le resto importancia al E-Book (y a mi libro lo ofrezco en los dos
formatos),
es algo que no terminé de entender del todo. Me parece algo frío, sin
alma.
Que ocupa poco espacio e invisible; y por ocupar poco espacio (y ser
invisible)
no tiene tanta entidad la promesa de sentarse a leerlo, tocarlo y olerlo
junto
a un café como un buen viejo libro.
–
Verdad.
Donde esté el libro físico para mí puede desaparecer el formato digital, por
muy cómodo que sea. ¿Escritores favoritos?
Un
poco de todo. Desde ya, Tolkien por su creación de mundos; y en una menor
escala,
Le Guin, por darnos otros mundos igual de fantásticos, pero con una buena
deconstrucción.
Maquiavelo. Bram Stoker (más allá de Drácula). M.R. James por su
aporte
a las historias de fantasmas. Alejandro Dolina por demostrar que en tu barrio
puede
haber magia y que los pobres tipos son también héroes. Montague Summers, con
sus tratados sobre brujas, vampiros y lobizones. Lovecraft, y su círculo (al
menos
los que se pueden conseguir). Borges con sus laberintos. Oscar Wilde,
porque
además me hizo llorar cuando leí El Príncipe Feliz. John Kennedy Toole,
que
me hizo reír como nunca me reí leyendo un libro con La Conjura de los Necios.
Umberto
Eco, que podía ser un poquitín pedante, pero era muy sabio. Gustav
Meyrink,
aunque sea por el único libro que leí de él.
La
lista es enorme. Me quedo corto, me faltan algunos y se suponía que eran mis
favoritos…
en cualquier biblioteca mía, estos van a vivir.
–
Bien dicho.
Yo igual. Mis favoritos viajarán siempre a donde yo vaya. Siempre. ¿Libros
favoritos?
Drácula
(Stoker). El Golem (Meyrink). Misteriosa Buenos Aires (Mujica Lainez).
El
Sueño de los Héroes (Bioy Casares). La Conjura de los Necios (John Kennedy
Toole).
–
Genial.
¿Cuánto tiempo dedicas a escribir, leer y documentarte?
A
escribir no le dedico el tiempo que quisiera. En los momentos ideales, una hora
a
la
mañana y otra (si puedo) por la tarde. Podré escribir poco tiempo, pero me pasé
casi
todo
el día pensando en qué iba a escribir. Algunas veces, con escribir un
disparador
para
desarrollar en elucubraciones posteriores, me basta y me sobra.
A
leer. Un montón, todos los días por lo menos una hora, idealmente dos o tres,
aunque
sea durante mi almuerzo en el trabajo. No es tanto “buscar información para
lo
que escribo” como “leer sobre cualquier cosa, porque soy curioso y todo en
algún
momento
va a ser útil, o puedo llegar a articularlo con lo que estoy escribiendo”.
Documentarme.
Como soy Diseñador, tengo una relación de imágenes con las cosas
y
la búsqueda constante de material. Por imágenes puedo decir fotos, dibujos,
películas.
Mi investigación muchas veces pasa por la gráfica de la época, los estilos,
los
vestuarios, la música… no importa si no son exactos: lo que busco es una
sensación,
algo que me hunda en ese ambiente. Un sonido que pueda escuchar, y las
imágenes
(con sus textos derivados) que me puedan inspirar esas cosas.
–
Muy
buena esa. Muchas veces la documentación es clave para desarrollar hechos,
sobre todo, del pasado. ¿Qué tiene que tener tu libro ideal para que te decidas
a comprarlo?
Cercanía.
Adhiero a M.R. James que decía que para que un cuento de fantasmas
funcionara
bien, necesitaba ocurrir cerca (espacial o temporal) al lector.
–
Guay.
Una buena forma de verlo. ¿Algún consejo para escritores?
Piensa
cuál es tu motivación. Desde ya, acepta que (es muy probable que) no te vas a
hacer
rico con esto. Te propongo una revisión de tu vida: concilia tu trabajo con tu
vocación,
porque pueden ser muy diferentes, y aun así estar relacionados. Ese otro
empleo
es solo eso, lo que te permite pagar las facturas y comer. Quizás hasta
costearte
tu auto-publicación. Tu verdadero camino es contar una historia. Algo que
te
sobreviva; y lo que te frustra es apenas una herramienta para conseguir un
propósito.
Por escribir eres un dios. Creas y destruyes. Compartes lo que pasa en tu
alma,
traducido para que los demás mortales no desesperen. Y te quieran. Que te
quieran
mucho.
No
aflojes. No desesperes. NUNCA pierdas de vista tu propósito, ya sea que tu
libro
te
lleve dos semanas como seis años, con sus pausas de meses, no dejes de pensar
en
él.
Es el lugar donde un poquito de vos va a vivir, y quizás hasta sobrevivir; es
algo
tan
sagrado como manejar un avión lleno de pasajeros o un taxi. Llévalos a la
fantasía,
conversa con ellos en diferido e invítalos a vivir en tu mundo y tu alma…
ellos
te dan un tiempo irrepetible, respétalos y dales un tiempo memorable.
–
Extremadamente
buen consejo. ¿Algo más que quieras añadir, Marcelo?
RODEATE DE COLEGAS ESCRITORES. El intercambio de experiencias es
buenísimo, y hacer un frente común (ya sea para saber quiénes en el medio son
estafadores, o a qué ferias se puede ir, que va a ser central en tu carrera) es
algo que vale un montón, y más recién empezando tu camino.
Estupendo. Muy buena entrevista y muy buenos consejos y experiencias.
Gracias por tu aportación y por dejarnos ver un poquito más sobre ti. Esperamos
volver a verte prontito. Y que te vaya todo bien.
No os vayáis. Volveremos con más.
Hasta entonces, ¡feliz lectura y escritura!
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