CONCURSO LITERARTOBER 2023 (DÍA 3)
3
Símbolo de Unión
(Transformación)
Hace
milenios que viven en las sombras, al margen de la civilización. Se esconden
tras sus rostros humanos, pero hay solo una cosa que no pueden esconder: su sed
de sangre.
A pesar
de no necesitarla para vivir, al contrario que su mayor enemigo: los vampiros,
jamás han rechazado la brutalidad de un buen enfrentamiento a muerte.
Solo una
cosa les une a los vampiros: su transformación. Ese momento en el que sus vidas
cambiaron para siempre.
Varux se
castigaba pensando en que era un verdadero monstruo, pero se contentaba con el
pensamiento de poder transformarse cuando quería y no ser continuamente una
criatura de la noche.
– Señor –lo llamó Melian, su mano derecha
ahora–. Tiene una visita.
– Hazla pasar. Me imagino quién es…– respondió
con una sonrisa. Siempre le alegraba el día ver su cara angelical.
Su
Ángel, como él la llamaba, había ido a verle en el mejor momento. No se sentía
del todo animado. Verla era lo que necesitaba. Y es que Ángela no sabía que él
estaba enamorado de ella en secreto desde hacía años.
– ¡Ey, bombón! –lo saludó ella con su eterna
chulería.
– ¡Ey, pivón! – Siempre se saludaban de la
misma manera. Un ritual divertido entre ambos.
Se
preguntaba como Ángela no notaba lo atraído que se sentía hacia ella. O es que
no quería darse cuenta. Ella era humana, y que una bestia sintiera algo
sentimental por ti, por poco que fuera, debería hacerle huir del lugar
despavorida. Aunque nunca había sido así.
Ángela
sabía lo que eran, y lejos de huir, le había apoyado más que nadie con El
Cambio.
Todos
los licántropos que pertenecían al clan sabían que ella era intocable, si no
querían morir a manos de Varux.
– ¿Un día duro? –preguntó Ángela al verle tan
distraído.
– Bueno… Sí. Un poco–. Ella sabía leerle la
mente sin apenas cruzar palabras. –Dex murió ayer.
Tras
contarle lo que pasó, Ángela dijo:
– Tenéis que parar esta locura. ¡Vais a morir
todos!
– Acabará cuando estén todos muertos.
– Acabará cuando encontréis un símbolo de
unión entre ambos– dijo críptica.
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