CONCURSO LITERARTOBER 2023 (DÍA 19)

 

Un vampiro flotando en el cielo de noche con su capa oneando al viento

19

 

Compasión

(Bestia)

 

Dos días después de su ingreso en el hospital, Ángela salía de allí confusa. Lo único que recordaba era la cara del que había sido su mejor amigo durante años, transformada en una bestia que iba a atacarla sin miramientos.

Varux le había prohibido volver por el clan licántropo. No quería verla nunca más.

A Ángela se le volvió a partir el corazón al recordar ese momento.

Por suerte, Zott acababa de llegar a la que había sido su habitación en el hospital.

          ¿Cómo estás? –le preguntó él.

          Bien… Eso creo– contestó ella, terminando de meter sus cosas en el bolso.

          Oye. –Le cogió las manos y le hizo mirarle a la cara–. Puedes contármelo. Sé que fue duro. Estuve allí.

          No es nada… –Se apartó de él y siguió metiendo sus cosas. –Nada que no esperara ya. –No le dijo que en realidad esperaba que los acontecimientos se desarrollaran de otra manera, aunque sí había pensado en la lejana posibilidad de que Varux dijera eso. Por lo visto, esa posibilidad no había sido tan lejana.

¿De verdad pensaba que ella conseguiría unir a los dos clanes? ¡Vaya estupidez!

          Todo pasa por algo, Ángela. –dijo Zott.

Como no contestó, salió de la habitación diciéndole que la esperaría abajo. Ella necesitaba un momento a solas, lo entendía.

          ¿Cómo se encuentra? –preguntó Varux, escondido detrás de un arbusto a la salida del hospital.

Zott lo miró con dureza, y rabioso contestó:

          ¿Cómo estarías tú si tu mejor amigo te diera de lado sin más?

          No espero que entiendas que…

          Mira, –le cortó el vampiro– entiendo tu posición y que intentes protegerla, pero si decidiste alejarte de ella, te recomiendo que lo hagas de verdad; porque si le haces daño de nuevo, no me contendré, licántropo.

Al ver que Varux se quedaba callado y no decía nada, Zott suspiró. Realmente, sentía pena por el licántropo, lo que le sorprendió incluso a él.

¿Podrían llegar a tolerarse dos criaturas de distinta especie enfrentadas durante siglos?

Zott no lo sabía, pero si hubiera un comienzo, sin duda ese sería el punto de partida.


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