Escritor: Alejandro Bovino Maciel
¡Buenos días,
Bookies!
Seguimos con las
entrevistas, a cuál más interesante.
Esta vez el
escritor que nos acompaña es un encantador de letras, y capta la atención con sus
obras, como poco; porque hasta a mí misma me suenan los títulos de ellas.
Tenemos hoy aquí
a: Alejandro Bovino Maciel.
Vamos a ver
cuánto podemos aprender de él con esta entrevista. Recordad que podéis compartir
y comentar la entrevista en todas las redes sociales.
Nombre
completo: Alejandro
Bovino Maciel
Fecha de
nacimiento: 1958
Lugar de
nacimiento: ciudad de
Corrientes (Argentina)
–
Buenos
días, Alejandro. ¿Cómo estás hoy?
Bien, gracias.
–
Cuéntanos
un poquito más sobre ti.
Vivo en Buenos
Aires y soy médico psiquiatra (UBA).
–
Vale…
No diré nada más, su señoría. No vaya a ser que… Ja, ja, ja. Si a su señoría no
le molesta que le pregunte: ¿cuáles son tus proyectos pasados, presentes y
futuros?
Estoy escribiendo en estos momentos el tomo III de “Los sueños de
la eternidad”, ensayos sobre temas filosóficos acerca de qué es el tiempo, el
espacio y otras perplejidades.
El tomo I ya se publicó este año. El II está en prensa. También está
en prensa un libro de narraciones: “El perdón de los pecados”, que, a pesar de
tener un título cuasi religioso, son historias escabrosas. No escribo
minirrelatos.
Puedo compartir recortes de un libro recientemente publicado que
se llama “Diccionario Nocturno” (Editorial Servilibro, Asunción Paraguay, 2023)
“ESPEJO Superficie pulida que nos dice quiénes somos para los
demás.
ESPERANZA Ejercicio de paciencia que nos permite aguardar sin
angustiarnos lo que sabemos que nunca vendrá.
FORTALEZA Es la incansable lucha entre nuestros deseos que están
incendiando el alma y los escasos bomberos que los combaten sofocando el humo y
las llamas.
HIJO Descendencia que ampara la biología para desesperación de la
psicología. Un hijo llega con el pan bajo el brazo, otro con el
cuchillo para rebanarlo. El pan siempre se lo tiene que ganar usted, los
hijos no están para eso.
HIPOCRESÍA Es cambiar el parecer por el ser. Parezco honestísimo,
pero no lo soy. Sin embargo, pongo toda la fuerza en aparentarlo. En esa
energía malgastada, en ese empeño de la voluntad por crear una imagen falsa de
mí mismo, está el error. Pocas veces se limpia la propia casa con escoba
ajena.”
– Eso es súper interesante. Es
más, me acabas de inspirar para realizar una actividad para Facebook con todos
los seguidores. Es genial. Franqueza absoluta. ¡Me encanta! ¿Qué te decidió por
la escritura?
Escribo porque desde chico fui obstinadamente mentiroso; el único
modo de hallarle beneficios económicos a la mentira es la literatura. Creo que
escribo porque es el modo más económico de hablar conmigo mismo. El otro es el
psicoanálisis, pero es carísimo.
– Bueno… No nos estarás
mintiendo ahora mismo, ¿verdad? Ya no nos podemos fiar de ti, Alejandro. Has
admitido ser un gran mentiroso. Aún así, te seguiremos preguntando porque nos encanta
como escribes, y tu originalidad y sinceridad. ¿Qué te inspira a la hora de
escribir?
No sé si algo me “inspira”. Tengo una especie de plan que es
solamente el tema, me pongo a trabajar y que salga lo que sea. Pero no espero
ningún espíritu que me sople, ni alguna musa que me dicte. El trabajo me deja
poco tiempo libre para escribir, sería un despilfarro sentarme a esperar que
coincidan mis horas libres con una inspiración. Leer pasajes de historia muchas
veces me empuja; y la filosofía también es una excelente fuente de textos.
– Eso está muy bien. Digamos que
cualquier cosa logra sacar esa inspiración cuando quieres escribir. Es una
herramienta poderosa. Aprovéchala; no todos tienen la suerte de tenerla. ¿Qué
momento del día prefieres para escribir?
Escribo a cualquier
hora, no prefiero ninguna; siempre que esté tranquilo, ya es suficiente.
– Coincido contigo. Con la
tranquilidad es suficiente, aunque dicen que las creaciones salen más fácil con
la luz de la luna. Vete tú a saber por qué lo dicen. ¿Te consideras más un
escritor de brújula o de mapa?
No planifico nada. A pesar de haber sido criado en un beaterio soy
extremadamente desordenado. Antes de sentarme tengo una idea general. Me
siento, abro el ordenador, como dicen los españoles -(acá los llamamos
computadoras)-, y me obligo a escribir antes que se me escapen esas ideas.
– Entonces, escritor de brújula.
Muy bien. Cuéntanos sobre tus principios en la escritura y tus primeras
publicaciones.
Empecé con un libro que se llamó: “La salvación después de Noé”;
después siguieron muchos más; tanto de literatura infanto-juvenil como de
novelas para adultos. También escribo teatro. Tengo 3 libros de Teatro Político
publicados.
– ¿Teatro político? Es la
primera vez que lo oigo. Ya nos contarás. ¿Utilizas seudónimo o lo has
utilizado alguna vez?
Tenía pseudónimo, pero hace muchos años que ya firmo con mi
nombre.
– Genial. ¿Qué género sueles
escribir?
Escribo especialmente narrativa: novelas, relatos, cuentos… La
narrativa me parece el género más adecuado para expresar cierto tipo de ideas
que necesitan calado en un lector; es decir, que no haya limitaciones de tiempo
como por ejemplo en el teatro, donde no se puede poner un largo monólogo en
boca de un personaje porque la obra se detiene en su acción dramática y eso no
sirve a la dinámica teatral. En cambio, esa idea más extensa puede
perfectamente ser expresada en una novela sin detener el curso de la misma.
También escribo teatro porque me gusta mucho verlo. Recientemente, hicieron una
temporada acá en Buenos Aires con una obra mía: “La fábrica de la verdad”.
Poesía no escribo salvo juegos poéticos infantiles.
– Pero, eso está muy, muy bien.
Que traspasen una obra tuya a las pantallas o al teatro tiene que ser la leche.
¡Enhorabuena! Es un gran logro, la verdad. ¿Qué estrategia usas para
promocionarte?
En cuanto a las estrategias, obviamente, presentar el libro en ferias
y ese tipo de eventos, con notas en los periódicos de la zona cuando los
presento. (Para ello contrato una agente de prensa que se encarga de los
contactos con los medios). Y, después, sigo promocionando en las redes
sociales, a veces pagando la publicidad. La editorial también hace lo suyo.
– Es estupendo ver que por fin
alguien se promociona en redes sociales. Normalmente, la mayoría, no suelen
hacerlo. ¿Prefieres auto-publicar o publicar con editorial?
Publico con editoriales comerciales, no de autor.
– Y, ¿corriges tus obras sola o
las mandas con un profesional?
Mi editorial hace todo ese trabajo de corrección, maquetación, encuadernación,
etcétera... No puedo recomendar a nadie porque yo ni siquiera conozco el nombre
de las personas que hacen ese trabajo. Vivo en Buenos Aires y mi editorial está
en Resistencia, Chaco. Por cierto, trabajan muy bien. La última novela (El rey
prófugo de Portugal, 1808) salió bellísima; hablo del aspecto estético visual,
no del contenido. Eso no me toca juzgar a mí.
– No conocerás quién lo hace,
pero les vendes muy bien, ¿eh? Que te paguen la recomendación. Ja, ja, ja.
¿Alguna manía como escritor?
No tengo manías, ni cábalas o esas cosas.
– Alguna tendrás por ahí
escondida. ¿Qué personaje serías?
Mariano Moreno, el líder jacobino de la Revolución de Mayo en
Argentina (1810).
– Ni idea de quién es, la
verdad. Todo lo de historia… Nada que ver conmigo. Soy pésima en eso. Dejemos
mi incultura atrás. ¿Papel o E-Book?
Papel. Puedo leer E-Books, pero aún no termino de acostumbrarme.
Necesito el papel, porque voy escribiendo en los márgenes, anotaciones,
llamadas…
– Yo tampoco. Ya somos dos.
Puedo leer, pero en el momento que termino un libro en E-Book ya me canso y
tengo que volver al papel. A parte, que me canso de leerlo a la mitad del libro
y muchas veces he tenido que dejarlo para volver a leer uno en papel y luego
seguir con ese. Es muy económico, pero no es lo mismo. Para nada. ¿Autores
favoritos?
Susan Sontag, el Flaubert de “Las tentaciones”, los tres trágicos
griegos, Augusto Roa Bastos, Guillermo Cabrera Infante, Thomas de Quincey,
Bertrand Russell, Juan Rulfo, Lewis Carroll, Clarice Lispector, Borges, David
Hume, Homero, Virgilio… La lista es extensa.
– Si que tienes muchos. Y,
¿libros favoritos?
La Divina Comedia, Las Lusíadas, Odisea, los Ensayos de Montaigne,
las Leyes, de Platón. Y tantos otros...
– Muy bien. ¿Cuánto tiempo
utilizas para escribir, leer y documentarte?
Leo el triple de lo que escribo. Dedico las horas que tengo
después del trabajo; serán 4 horas al día y a veces menos. Me cuesta poco
redactar la idea con su forma, pero después me lleva mucho tiempo corregir.
Cuando escribí las novelas históricas (Mariano Moreno y El rey prófugo)
necesité documentarme mucho, pero no para ser fiel a la historia, sino para
encuadrar la ficción. No soy historiador. No es ese mi objetivo. Yo invento,
pero siempre sobre una base real, aunque el lector poco a poco va comprobando
que lo que relato no puede ser del todo real. Por ejemplo, en ese viaje del rey
Juan VI de Lisboa a Brasil un feto se niega a nacer porque, estando en alta
mar, no estaba ya en Portugal y aún no habían llegado a Brasil; y se negaba a
nacer sin patria. Cuando la comadrona metía la mano para ayudarlo a salir, el
feto se la mordía. ¿Se comprende? Nadie irá a creer que esto sucedió de verdad,
pero es un símbolo para todo lo que significó ese viaje de un exilio real a
través del océano.
– Ay, madre mía. ¡Qué
interesante! Oye, casi parece más una novela de terror, ¿eh? Si algún día me
quedo embarazada espero no acordarme de eso que me acabas de contar, porque me
veo pariendo y partiéndome de risa cuando el médico meta mano ahí. Ja, ja, ja. ¿Qué
tiene que tener un libro para que te decidas a leerlo?
En primer lugar, debe tener inteligencia. No me interesa leer
historias románticas y sentimentales. Necesito que el libro me instigue a
pensar más allá de mis flacos sentidos. Detesto el ripio en una novela. Hace
poco me enviaron una en la que el autor se tomaba tres páginas para describir
un vestido. ¡Tres páginas! Eso ya me saca de quicio y cierro el libro. Tampoco
me gustan las novelas a lo Tolstoi con 132 personajes, aunque leí Guerra y Paz
con sacrificio, y me gustó porque Tolstoi es un genio; tuve que hacer un
organigrama con los nombres de los personajes en un papel en la pared porque si
no, me perdía. Eso en el siglo XXI que es de la inmediatez, me parece un
desperdicio.
– Te entiendo, y no sabes cuánto.
Esos libros me cuesta mucho terminarlos también. Por eso me costó tanto leerme los
de El señor de los anillos. Las películas me parecen una pasada, pero los
libros describen demasiado para mi gusto. ¿Algún consejo para tus compañeros
escritores?
No creo que hagan falta; la gente se sabe equivocar sola, sin mi
asesoramiento.
– Bueno, un consejo de vez en
cuando que tengas por ahí de experiencias pasadas nunca viene mal. ¿Algo que
quieras añadir?
Muchas gracias por su idea de hacer notas a los autores y autoras.
Espero no defraudarla.
Muchas gracias a
ti, y a todos vosotros que leéis, comentáis y participáis en las entrevistas,
porque todo esto sin vosotros no habría sido posible. ¡MUCHÍSIMAS GRACIAS!
Puede que nunca
me haya tocado la lotería, pero teneros a todos vosotros ya me hace sentirme
afortunada a tope.
Y, hasta aquí la
entrevista a Alejandro. Os dejo por aquí los enlaces a sus redes sociales:
Nos vemos en la
siguiente entrevista.
Hasta entonces, ¡feliz
lectura y escritura, Bookies!
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