CONCURSO LITERARTOBER 2023 (DÍA 15)
15
Enfrentarse
a la verdad
(Garra)
Los cabellos de Ángela se
iluminaban bajo la escasa luz de la calle.
Sus ojos eran inexpresivos, por
lo que Zott no lograba adivinar lo que podía estar pensando.
– Ángela… –susurró–. Camilla no es nada para mí. No es nad...
Varux interrumpió sus pobres
explicaciones.
– Entonces, ¿por qué su olor está adherido a ti?
– Disfrutas con esto, ¿verdad? –lo acusó Zott, fijando sus
ojos en los del licántropo.
El líder del otro clan
simplemente se lo quedó mirando sin apartar los ojos. Ambos se retaban con la
mirada.
– No me importan las peleas de machos. Así que, dejadlo ya–
dijo la chica, devolviendo la mirada al vampiro, que la miraba con
arrepentimiento por sus acciones pasadas.
– ¡Oh, por favor! –exclamó Varux–. ¿Te vas a poner de su
parte a estas alturas, en serio?
– Eso no es de tu incumbencia, licántropo –siseó con furia
Zott.
– ¡Ella siempre ha sido como de mi familia hasta que tú
llegaste, jodido chupasangre!
Ángela sopesó las palabras de su
amigo. “Ha sido”, dijo él. En pasado. ¿Es que ya no la consideraba como tal? La
chica sintió un puñal clavársele en lo más hondo.
– ¡Mírala! –gritó Zott–. ¡Le estás partiendo el corazón y ni
si quiera te importa!
– No. En estos momentos, no. –Miró con el ceño fruncido hacia
ella.
– ¡Estúpido lobo asqueroso! –maldijo el vampiro.
Vio la expresión de Ángela y
cómo las palabras de aquel malnacido le afectaban.
Zott no lo aguantó más e intentó
agarrar al licántropo por el pescuezo. Quería hacerle el mismo daño que había
reconocido en los ojos de su compañera hacía un instante.
El licántropo se transformó en
pleno salto, gruñendo.
Ángela vio todo a cámara lenta.
Adivinó lo que pensaba hacer Varux y se puso en la espalda de su amado para
protegerlo.
Situado a espaldas de su
enemigo, y sin importarle para nada el resto de chupasangres, Varux levantó la
garra, dispuesto a realizar un golpe mortal hacia el vampiro.
Lo que jamás esperó fue
encontrarse de frente con el rostro asustado de Ángela.
Poco podía hacer. Su garra ya
descendía hacia ella.
© 2023 Siree Kemerler. Todos los derechos reservados.
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