CONCURSO LITERARTOBER 2023 (DÍA 21)

 

21

 

En la intimidad

(Ajo)

 

–          Es preciosa– dijo Ángela como por séptima vez, admirando la pulsera.

Zott notaba un ligero tono diferente a las otras veces que había hecho ese comentario.

–          Me alegro que te guste– contestó, aun sintiendo curiosidad por su ligero cambio de tono.

–          Pero…

–          ¿Pero…?

–          No te excluye de contarme qué pasa con Camilla, la supermodelo de los vampiros– dijo con tono sarcástico y medio en broma.

–          Oh… Con que es eso– asintió él, sabiendo que la conversación sobre la vampira llegaría en cualquier momento–. La viste cuando nos conectamos, ¿no?

–          Sí– afirmó Ángela, esta vez muy seria.

No le había hecho ninguna gracia ver todas las veces que había habido algo entre ellos. Ni las veces que ella había tomado la sangre de él o se había ofrecido para que él bebiese de la suya.

–          No puedo cambiar el pasado, pero sí puedo asegurarte que ella jamás fue importante para mí. Ni siquiera cuando… tomábamos el uno del otro– prometió Zott–. Tú eres lo más importante que me ha pasado en mi larga y tediosa existencia.

–          Bien… –Ángela estaba más tranquila. Sentía a través de la conexión que les unía que su vampiro realmente le contaba la verdad. –No me gustaría tener que coger ajo para hacerte sufrir– bromeó.

–          Ya… Con respecto a eso… –Una sonrisa comenzaba a alojarse en su blanco rostro–. Sabes que es mentira, ¿no? Un mito. Una broma– rio él–. No ha existido jamás un vampiro al que le afecte el ajo.

–          Vaya, hombre. Y ahora, ¿con qué podré amenazarte cuando me cabrees?

–          Bueno… Siempre puedes privarme de tu cuerpo– añadió Zott, con voz excitada, devorando con la mirada las suaves curvas de su amada–. Aunque no es algo que te recomendara hacer. Los vampiros nos ponemos de muy mal humor cuando no obtenemos… gratificación por parte de nuestra pareja.

–          Mmm… Entonces, habrá que arreglar eso, ¿no te parece? –dijo ella, de manera sensual, pegándose a su vampiro.

A un milímetro de la cara del otro, sus miradas excitadas se encontraron y, sin añadir nada, dieron rienda suelta a la pasión.

© 2023 Siree Kemerler. Todos los derechos reservados.