CONCURSO LITERATOBER 2023 (DÍA 9)

 

9

 

Arrepentimiento

(Estaca)

 

Nunca imaginaron conocerse así. ¿Quién esperaría encontrar a su alma gemela en el cuerpo de otra raza?

<<Y, sobre todo, de una raza genéticamente superior a ti>>, pensó Ángela.

Los vampiros solo se conectaban con una pareja en toda su vida inmortal. Pensándolo bien, era ilógico pensar que a Zott le hubiera tocado emparejarse con una humana a la que había esperado cientos de años y a la que perdería en otros cien debido a la vejez. ¿Qué tramaban los dioses?

Un fuerte olor penetró en las fosas nasales del vampiro. Reconoció ese dulce aroma.

Ángela se había levantado del suelo frente a él. Sus rodillas sangraban debido a pequeños cortes hechos contra la gravilla.

Unos segundos antes de que sus miradas se encontrasen y de establecer la conexión que los uniría para siempre, el olor de la sangre de ella había hecho que su mente se pusiera ahí mismo a divagar sobre la mejor manera de tenderle una trampa y lamer y chupar hasta la última gota de sangre de la mujer. Al pensarlo en aquel momento, sólo sintió asco de su deseo de sangre y pensó que se mataría él mismo clavándose una estaca en su maltrecho y pútrido corazón antes de hacerla daño de alguna manera; lo cuál era un avance significativo debido a su historial de muerte y destrucción a lo largo de los años de su existencia.

–          Puedes hacerlo– se ofreció ella al leer la expresión de su rostro–. No tengo miedo. Confío en ti.

Aquella muestra de amor hacia él, hizo que Zott hiciera algo que llevaba siglos sin poder hacer: arrepentirse.

Se arrepintió de haber luchado durante cientos de años contra sus enemigos los licántropos, y todas las pérdidas que esos enfrentamientos habían causado a ambos clanes. Pero, ¿cómo frenar una guerra que llevaba milenios existiendo, incluidos los años que él aún no existía? Esa guerra no la habían empezado ninguno de todos ellos, y, sin embargo, luchaban y se enfrentaban como si lo que había sucedido lo hubiera hecho en la actualidad.

–          Eres mi Ángel– dijo por toda respuesta–. Ven aquí.

© 2023 Siree Kemerler. Todos los derechos reservados.