Escritor: Javier. V. García
¡Buen día, Bookies!
Ahora dicen que nos toca la operación bikini. Después de los
excesos navideños… ¡Y un carajo! La única operación que pienso hacer yo es la
dieta del cucurucho: follar poco y comer mucho. ¡Uy, no, que esa era al verrés!
Otro día aquí con vosotros, en tan buena compañía, para
recibir a otro escritor. Pero antes recordaros que podéis comentar y
compartir los enlaces de las entrevistas en redes sociales y en el blog:
Bookeando con Desirée. Así nos ayudáis un poquito a llegar a más gente.
El escritor de hoy es: Javier V. García.
Nos cuenta que ama demasiado su ciudad, por lo que ha nacido
y se ha criado en la misma: Valencia. A ver qué más nos cuenta.
Nombre completo: Javier Vilar García
Fecha de nacimiento: 1969
Lugar de nacimiento: Valencia
(España)
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Buenos días, Javier. Ahí va la primera
pregunta: ¿cómo estás?
Pues me
pillas empezando una nueva novela que me hace especial ilusión. Quiero cambiar
de género, y tras: “El alarido” (terror) y “El edificio” (suspense e intriga),
ahora quiero enfrentarme al género negro, pero desde un ángulo diferente. Por
ello, me encuentras ilusionado con la documentación y preparación. Por otra
parte, contento de poder hablar contigo y agradecerte este tiempo que nos
dedicas.
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Muchísimas gracias a ti y a todos los
que lo hacéis posible. Al final, siento todo este recorrido como si estuviera
creando una gran familia literaria y nada me llena más que eso. Cuéntanos un
poco sobre tus aficiones y tu profesión.
Mi trabajo es de lo más normal: en un
almacén de suministros informáticos. Desde pequeño mis aficiones (culpa de mi
madre) fueron la lectura y el cine. A los catorce años, acabo mi primera novela,
y uniendo mis dos aficiones, intento pasarla a película. Eso me lleva a meterme
en el mundillo de los cortos; escribiendo y dirigiendo varios. Ese tiempo pasa,
y tras años de impass en los que sigo escribiendo para mí, me lanzo a vivir
otro sueño de muchos adolescentes: ser parte de una banda de rock/heavy. Unos
años donde puedo asegurar que lo que se siente tocando en directo es lo más
fuerte que he vivido. Después de dos trabajos, decido que es hora de dejarlo y
es cuando vuelvo a mis orígenes: la escritura. Como se puede ver, he picado en
todos los espacios donde he podido.
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¡Ya te digo! Eso es una maravilla. Bueno,
como tienes tantos, puedes contarnos sobre algunos proyectos pasados y futuros,
¿no?
Hasta ahora he publicado dos novelas; la
primera es “El alarido del silencio”. Reconozco que me atreví a hacerlo al ver
a mi hija, Ginebra Vilar, publicando; de hecho, la misma editorial nos quiso
publicar a la vez. A ella su segunda novela y a mí esta primera.
Una historia que llamé: “Thriller
sobrenatural”. Sucede en un pueblo ficticio, y en el fondo es una historia de
forasteros en sitio nuevo, y de resquicios de antiguas servidumbres para con
los nobles y ricos de la zona; eso aderezado con odios, venganzas y temores de
ultratumba. Tras esta novela, y después de apartar otras ideas, me meto de
lleno en lo que será mi segunda novela, que lleva algo más de un mes en la
calle: “El edificio Polidory”.
Soy de una generación que conocimos el
suspense y terror con Lovecraft, Poe, Shelley, Doyle y otros. Por eso, en esta
historia, personajes, lugares y demás hacen homenaje a ellos. Estoy contento
por los comentarios que esta última ha sacado de los lectores; me alejo del
terror tradicional y cuento una historia de suspense dentro de la cual salen
otras historias de cada vecino del edificio. Ahora mismo, y tras haber pasado un
tiempo de relax para descansar la mente, ya estoy con lo nuevo; donde quiero
dar otro salto mortal y hacer algo diferente dentro de mi estilo.
En nuestra página de Facebook, que
llevamos mi hija y yo: " Ginebra Vilar y Javier Vilar escritores",
subimos relatos que nos pide el cuerpo. Que son algo más sociales y que
necesitamos lanzar al público.
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Bueno, bueno. ¡Sois una tralla! Y
encima, claro, os unís padre e hija y ya no hay quién os eche mano, colegui. No
he leído nada vuestro aún, pero seguramente lo haga. Por cierto, Ginebra Vilar,
como no, también tendrá sus propia entrevista. Nos hemos quedado con ganas de
saber cuáles son esas novelas que ha publicado por ahí. De momento, seguimos
contigo: ¿qué es lo que te hizo decidirte por la escritura?
Una de la cosas que creo que me lanzó a
escribir ha sido leer muchísimo y ser hijo único; eso hace que la imaginación
se dispare para jugar solo. Eso, y una casa llena de libros, hizo que para mí
fuera el paso natural: escribir lo que me gustaría leer. Para mí, escribir es
una necesidad de plasmar todas aquellas pesadillas que nadan por mi mente.
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Sí. Te entiendo. A mí también me pasa.
Es como dejar salir todos los demonios que te rondan esa cabecita loca y al
soltarlo es como: “Puff… Me quedé a gusto por fin”. Es una paz la que sientes
después, que escribir, al final es como una droga. Una vez que empiezas, no
puedes parar de hacerlo. ¿De dónde te llega la inspiración para escribir?
La inspiración me llega en cualquier
sitio y momento: de mis ideas, que no puedo evitar plasmar en los escritos; de
una situación cotidiana que en mi cabeza da un giro imaginando un recorrido
algo diferente a lo que pueda ser…
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Creo que es la única cuestión en la que
la respuesta siempre es la misma entre los escritores. ¿Qué momento del día
prefieres para escribir?
Al contrario que muchos compañeros, para
mí el mejor momento son las mañanas de días libres; surge una necesidad casi
agobiante de meterme en el despacho y teclear sin descanso hasta que me llaman
con insistencia y sacarme de la hipnosis que es para mí estar ante la pantalla.
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Sí. ¡Qué me vas a contar! Eso me pasa
también a mí. Se me pasa el tiempo volando cuando estoy tecleando ante una
pantalla. Es raro, porque cada vez que intenté escribir a mano me cansaba y no
había manera, pero escribir con teclado es un vicio. Y hablando de escribir, ¿eres
más de brújula o de mapa?
Admiro a aquellos que se llenan de
documentación y se organizan. Mi método es distinto; como mucho tengo claro el
final de la historia a rasgos generales. Desde ese punto, dejo a los personajes
que anden por las páginas con vida propia y decidan sus pasos hasta llegar
a donde, en un consenso, hemos de llegar ellos y yo.
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No podemos negar que los personajes
siempre tienen vida propia. Da igual lo que hagamos; ellos nos manipulan. ¡Qué
mamones! Cuéntanos como te manipulaban los primeros personajes que creaste y
cómo fueron tus principios en la escritura.
Mi primera escritura nació de una
apuesta con una familiar que no me veía capaz. Al poco tiempo le presenté una
novela corta, de la que ahora sería para olvidar; pero sentí algo que me
cambió. De eso, a pasar a los guiones para mis cortos. Ya nunca dejé de
escribir.
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Por lo que veo hay muchos escritores
que habéis escrito cortos para cine o teatro. Yo, humildemente, no tengo ni
idea de cómo sería escribir un guion ni nada parecido. Creo que sería pésima.
Así que, ¡enhorabuena a todos los que os dedicáis a ello! ¿Alguna vez has usado
o usas seudónimo para tus escritos?
No lo uso, ya que creo que un escritor,
si es capaz de desnudar su alma para plasmar sus sentimientos e incluso sus
pesadillas, ha de hacerlo a cara descubierta y presentarse ante todos con la
cara alta y con el orgullo de haber hecho lo que te nace del alma; pero eso es
solo mi opinión.
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Bueno, yo no lo veo así, la verdad.
Todos sabemos que nuestro nombre real aparecerá en internet queramos o no.
Incluso si publicamos con seudónimo. Personalmente, escribo con seudónimo
porque es otra parte de mí. Mi segunda mitad, por así decirlo. Está mi yo real
y mi yo artista. Y para mí, es una forma de separar mi vida personal de la
profesional porque mi vida personal nunca ha sido como yo quería y mi vida profesional
sí, ya que soy yo la que la maneja a su antojo; pero, como tu dices, sólo es mi
opinión. El género que escribes es…
Como escritor tengo que contar todas
esas historias que me nacen en noches de pesadillas. Creo que mi mente tiene
algo de retorcido que es incurable. Así que, como ya he dicho; tras otras
lecturas, el género que me atrapó fue el terror, el clásico…; el que se
disfruta por la noche con poca luz.
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¡Ay, Dios! ¡Qué miedito! Esos libros a
mí me provocan urticaria de los nervios. Ja, ja, ja. Si realmente logran darme
miedo, me cago toa’. Y hablando de cagarse. A todos nos da rabia siempre el
tema: promoción. ¿Qué estrategia usas tú para promocionarte?
Esa es una asignatura pendiente, pues
soy tímido y no me prodigo en eso de la publicidad. Debería, ya que los
escritores no conocidos necesitamos todo el anuncio posible, pero el pudor me
frena mucho; creo que he de trabajar ese tema.
Hay tanto talento que no se conoce y
que deja en mantillas a muchos grandes nombres… Eso lo he descubierto por tanto
compañero talentoso que he conocido. Para nosotros lo que creo que más funciona
es el boca a boca; por ello agradecemos tanto una reseña de quien nos lee. No
saben cuánto bien nos hace, tanto por hacer que otros nos conozcan, como por
ver que nuestro deseo de llegar a ellos ha podido ser como queríamos. Sólo
tenemos eso, entre tanto lector exigente: que hablen de las novelas. Y nos
ayuda mucho. No puedo hacer más, al menos hasta que me toque la primitiva. Entonces
ya veremos. Je, je, je.
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Pues sí. Debes promocionarte más. Mucho
más. La promoción lo es todo a la hora de vender tu obra. Y debemos estar a la
altura de las exigencias de nuestros lectores. Si un posible lector no ve un
anuncio tuyo porque no lo has publicado, entonces, ¿qué pretendes vender? Nada.
A las puertas te quedas. Debes ponerte las pilas. El éxito no viene solo ni nos
busca a nosotros; hay que salir a la calle a buscarlo y perseguirlo. Pide a amigos
que te echen un cable. Siempre es bueno ayudarse mutuamente. Y lo de la
primitiva: sí. Así estamos todos. Si te toca un poco, pásalo. Ja, ja, ja. Pasando
a otro tema, ¿estás más a favor de la auto-publicación o de la publicación con
editorial?
He decidido auto-publicarme, ya que la
experiencia con editorial no fue como esperábamos. Primero, porque los detalles
como corrección y otras similares no eran tan rigurosas como pensé; lo otro:
que, una vez lanzada la novela, allí te las apañes. Nada de promoción, ayuda o
similar. El punto que ya nos decidió es que al pedir si podían meternos en la
feria de Valencia, a estas horas aún espero una respuesta. Al menos no tuvimos
problemas para irnos. Ahora soy dueño de todo lo que la novela vive.
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¡Madre mía! Tu experiencia fue nefasta
a tope, ¿eh? Pero no todas las editoriales son así. Te lo digo por todo lo que
me han ido contando varios escritores. Lo que pasa que hay “editoriales” que se
hacen llaman profesionales y en realidad son un timo para sacar dinero. Y son
las típicas que te piden que pongas un dinero inicial y luego lo vendas por ti
mismo. Y lo de corrección, pues que esperabas de una editorial así. Son
editoriales sin profesionalidad. Y sin presupuesto para dar un buen trato al
escritor, claro. En cuanto a lo de la feria de Valencia, sigue esperando. Esas
nunca ayudan a nadie. Como te dije, solo buscan el dinero, no la fama de ver
que tu libro se vende bien. Yo probaría con otras editoriales. Es más, antes de
irme a una editorial malilla, lo mandaría a las grandes. Pero, eso sí, con
profesionalidad. Con la profesionalidad que les ha faltado a los de la editorial
que te publicaron, vaya. Entonces, todo el proceso de maquetación, corrección,
etcétera, ¿quién lo hace?
Tengo la enorme suerte de que mi hija
Ginebra (¿ya he dicho que escribe, y mejor que yo?) es profesional de lo que es
edición, maquetación y similares, y controla también el tema de la corrección;
pero puedo asegurar que siempre hay posibilidad de que se escape algo. Como
buen Valenciano -con V mayúscula- que soy, puedo recomendar a mi colega y amiga
Mina M. Ladoc, correctora valenciana con talento y control.
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¡Muchísimas gracias por tu aporte,
Javier! Ojalá les sirva a muchos escritores. ¿Alguna manía que nos quieras
ocultar?
¿Manías? Bueno, pocas; solo: soledad,
música de ‘adagios’ para concentrarme; y, al acabar, un buen tema heavy que me
sacuda las neuronas.
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¡Wow! Lo del tema heavy no me lo
esperaba. Ja, ja, ja. Eso es nuevo. ¿Cómo serías si pudieras ser cualquiera de
tus personajes favoritos?
Sin contar que me suelen gustar los
malos, mucho más atractivos; sería una locura poder ser Sherlock Holmes. Una
pasada.
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Te doy la razón. Sí. Estar dentro de
esa mente tan maravillosa tiene que ser lo mejor del mundo. Sentir como
trabajan sus neuronas… ¡Madre del amor hermoso! ¡Me emociono solo de pensarlo! Y
cuéntanos más, Javier: ¿prefieres e-Book o papel?
Reconozco la comodidad del e-Book, lo
entiendo, pero: el placer de pasar una página, el olor a libro nuevo, su tacto,
el placer de volver a cogerlo de la estantería; eso, es inigualable.
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¡Totalmente! ¡Donde esté el papel que
se quite el e-Book! Aunque debo admitir que, para una pobretona como yo, leer en
e-Book es mucho más económico. ¡Qué penita de mí! ¿A dónde voy a llegar? ¡Snif!
En fin... ¡Continuemos! ¿Escritores favoritos?
Como ya he comentado, he disfrutado de
los clásicos: Poe, Lovecraft, Doyle, Bram Stoker, Mary Shelley, Becquer… Y, por
supuesto, Polidori. Esos son para disfrutarlos de seguro.
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Gustos muy diferentes a los míos, la
verdad. Yo no he leído a ninguno de esos. Si acaso, el libro de leyendas de
Bécquer, que ni terminé, creo recordar. ¿Libros favoritos?
Frankenstein, que descubrí tarde, pero
imprescindible; Drácula; cualquier relato de Poe o Lovecraft; las leyendas de Bécquer,
que te aprisionan el corazón; El sabueso de Basquerville, de Conan Doyle.
Cualquier mirada a los clásicos son apuesta segura.
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Ya veo, ya. Tienes muchos favoritos. Eso
está bien. Releerlos es una pasada, ¿verdad? Después de hacer un repaso por tus
libros y escritos, ¿cuánto tiempo dedicas a leer y escribir? ¿Cuánto tiempo a
documentarte?
Para escribir, todo el que puedo, pero
he de saber que tengo tiempo por delante para ellos; si no hay horas, mejor en otro
momento. Para leer, menos de lo que quisiera, pero varias a la semana; es una
necesidad. Para documentación, lo que sea preciso, no podría decirte; aunque
uso la realidad que he vivido para lugares y personajes. Me siento más cómodo
usando la documentación de mis propias vivencias.
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Normal. Los ves más reales y no tan
inventados. Eso lo hacemos todos. Os contaré uno de mis truquis: captar fotos por
internet de personas reales que vea que encajan con el perfil del personaje que
más o menos tengo en mente, y plasmarlo al papel. Añadirle los detalles que
crea convenientes para mi personaje, pero tener la foto a mano cuando estoy
describiendo ese personaje. Incluso he llegado a pedir permiso a gente de
verdad para usar una foto suya para un personaje. O, si no tengo claro el personaje
para la novela o relato, hacer algo nuevo; como, por ejemplo: coger el nombre
de alguien conocido y transformar su personalidad y su físico a mi antojo en la
mente para hacerlo encajar con la historia que quiero crear. El caso es llegar
al lector, y no hay mejor manera de hacerlo que fijándonos en cosas reales.
También invento personajes, claro, pero puede que no tengan tanta vida y no
sean tan reales. No sé. Aún, nadie me ha dicho lo contrario. Ja, ja, ja. ¿Qué
tiene que tener tu libro ideal para llamar tu atención y decidirte a leerlo? A parte
de personajes reales, claro.
Lo primero, una historia que me atrape
desde el primer momento, y que dentro que mi género -ficción-, que me pueda
identificar con al menos algún personaje.
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A todos nos encanta identificarnos con el
personaje principal. Quién diga que no, está loco. Todos somos Don Quijote cuando
lo leemos; y todas somos Valeria, cuando leemos esos libros (que, por cierto, la
saga “En los zapatos de Valeria” está muy bien). Da igual el género o tipo de
libro, si no te identificas con el personaje principal, o con uno de los
principales, el escritor o escritora lo tiene muy jodido para que la historia
le llegue a donde tiene que llegar: al corazón. Ya sea mediante la risa, el
llanto o el amor. Y, por último, Javier: algún consejo para futuros escritores.
No dejar de ilusionaros, de luchar por
los sueños; ver la escritura como una vivencia única que nos cambia y
transforma. No obsesionarse con vender, si no con que una persona que nos lea
diga que ha disfrutado con nuestra historia. Ese es el mejor pago a nuestras
horas de trabajo. Seguid, que yo he aprendido que el talento que anda por las
redes es mayúsculo.
Muchísimas gracias por esto y por todo
el apoyo que nos dais. Un abrazo a todos los lectores.
Parece que me leíste el pensamiento, amigo.
Yo siempre he dicho que lo mejor no es vender por vender,
sino vender para hacer llegar al alma con nuestro escrito, sea el que sea. A mí
no me llama el dinero, me llamaría el saber que cada persona que ha leído mi
libro lo ha disfrutado.
Y espero que el día de mañana que publique, que espero que
sea este año por fin, alguien, quien sea, me diga que le ha encantado mi libro.
Con sólo una persona ya sería la escritora más feliz del universo. Y me imagino
que sea lo que te pase a ti, Javier.
Hasta aquí la entrevista de hoy. Voy dejando caer por aquí
los enlaces de sus libros y las redes de Javier. V. García por si alguien
quiere seguir su trabajo y sus libros:
Y, a vosotros, Bookies, ya sabéis: no os vayáis muy lejos
porque… en breve más caña de España.
Hasta entonces, ¡feliz lectura y escritura!
Maravillosa, me encanta conocer nuevos colegas.
ResponderEliminarMe alegro, cielo. Muchas gracias por comentar! Un abrazote!
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